Un derrame cerebral ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro es interrumpido como resultado de la rotura o bloqueo de un vaso sanguíneo. Este puede ser:
- Un derrame cerebral hemorrágico ocurre cuando se rompe un vaso sanguíneo en el cerebro, permitiendo así que la sangre escape hacia el cerebro.
- Un derrame cerebral isquémico ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro está bloqueado o restringido debido al marcado estrechamiento de las arterias (acumulación de depósitos de grasa, colesterol y otras sustancias tapona las arterias, dificultando el flujo de la sangre) o a un coágulo de sangre (masa engrosada de sangre). o a un coágulo de sangre (masa engrosada de sangre).
- Cuando se forma un coágulo en un vaso sanguíneo cerebral que de por sí ya está muy delgado, entonces el derrame cerebral se denomina derrame cerebral trombótico.
- Cuando un coágulo de sangre que se ha formado en otras partes del cuerpo se desprende y viaja hasta un vaso sanguíneo en el cerebro, el resultado es un derrame cerebral embólico, o embolia cerebral. Este tipo de derrame, también puede darse como resultado de una burbuja de aire u otra sustancia extraña en la sangre que, se mueve hacia, y bloquea un vaso sanguíneo cerebral.
Síntomas de un derrame cerebral
Los síntomas dependen de la parte del cerebro que se ve afectada. Los síntomas, que por lo general se presentan repentinamente y sin aviso pueden ser:
- Dolor de cabeza muy fuerte sin causa aparente.
- Entumecimiento o debilidad en la cara, el brazo o la pierna (especialmente en un lado del cuerpo).
- Confusión y dificultad para hablar o comprender el habla.
- Problemas para ver con uno o ambos ojos.
- Mareo, pérdida del equilibrio o de la coordinación.
Curiosamente, en algunos casos, puede suceder que la persona no se percate de que ha tenido un derrame cerebral.
Diagnóstico, evaluación y tratamiento
El primer paso es determinar si el paciente está experimentando un derrame cerebral hemorrágico o isquémico para poder comenzar el tratamiento correcto. Por ello es importante acudir a un médico cuando detectamos alguno de los síntomas. El tratamiento inmediato puede salvar vidas y reducir la probabilidad de daños irreparables, como hemos mencionado con anterioridad, esto dependerá de la gravedad y del tipo de derrame producido.
El tratamiento se focalizará en restaurar el flujo sanguíneo en el caso de que se trate de un derrame cerebral isquémico o en reducir la presión en el cerebro en caso de que se tratase de un derrame cerebral hemorrágico.
Por lo general, las personas que sufren un derrame, pueden volver a la normalidad en pocos meses si no hay lesiones muy graves, mientras que, en otros casos, continúan recuperándose poco a poco durante años. Y aunque la recuperación pueda durar varios años, la mejoría será notoria durante el primer año después del daño.
La rehabilitación implica restaurar las habilidades del paciente a través de terapias que incluyan:
- Ejercicio pasivo.
- Ejercicios para los ojos.
- Reeducación sensorial.
- Terapia del habla.
- Entrenamiento de la atención.
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Referencia: RadiologyInfo.org para pacientes. Recuperado el 17 de agosto de 2023.