Las capacidades cognitivas son muy importantes en nuestro día a día, ya que nos permiten hablar, memorizar, pensar, razonar… En definitiva, nos permiten formar parte de la sociedad y poder llevar una vida plena. Por eso queremos contarte los beneficios que aporta la estimulación cognitiva a las personas con Alzheimer.
La estimulación cognitiva se basa en un conjunto de técnicas y actividades que nos ayudan a mejorar y entrenar nuestras capacidades cognitivas. En este caso, existen actividades específicas enfocadas a mejorar las habilidades afectadas por el Alzheimer. Te las iremos contando a lo largo del post, pero antes te dejamos este enlace sobre qué es la estimulación cognitiva, para que puedas ampliar tu información.
El Alzheimer es una enfermedad que implica un deterioro cognitivo progresivo, es decir, con el paso del tiempo van disminuyendo las capacidades cognitivas, por eso es muy importante tener en cuenta la estimulación cognitiva y adaptarla a cada fase de esta enfermedad. Para saber más sobre qué es el Alzheimer: síntomas y causas, te dejamos este enlace.
Primera fase: la más efectiva
En esta fase, la estimulación cognitiva es más eficiente porque las capacidades cognitivas aún no están demasiado afectadas. Los síntomas de esta etapa suelen aparecer a través de ligeras pérdidas de memoria, confusiones o dificultad para aprender cosas nuevas. Si quieres conocer todos los síntomas que pueden aparecer en cada fase de la enfermedad te dejamos este post sobre las fases del Alzheimer.
Las actividades de estimulación cognitiva que más beneficios tienen para esta fase de la enfermedad son:
- Trabajar la activación mental, mediante ejercicios de lectura, escritura…
- Actividades que estimulen la memoria como, por ejemplo, intentar recordar determinadas situaciones del pasado. Aquí te dejamos este enlace a nuestro post sobre la memoria: qué es y cuáles son sus tipos, para que puedas ampliar la información sobre esta capacidad cognitiva.
- Trabajar la orientación temporal, espacial y personal, para que la persona pueda situarse en todo momento.
- Reforzar la memoria con actividades de cálculo.
Segunda fase: cuando se necesita más ayuda
En esta fase, las personas con Alzheimer y demencia suelen empezar a necesitar más ayuda para la realización de tareas más complicadas. Aparecen pérdidas de memoria más significativas y a corto plazo, por eso es importante realizar actividades de estimulación cognitiva en las que se trabaje:
- La atención, te dejamos este post sobre la atención: qué es y qué tipos existen, para que puedas planificar ejercicios que la estimulen.
- La orientación.
- La memoria más inmediata.
- Trabajar el reconocimiento y la percepción de objetos cotidianos y sus características físicas, como también el reconocimiento visual con fotos importantes para ellos.
- Manipular objetos cotidianos, como un tenedor, un bolígrafo…
- Capacidad espacial: arriba-abajo, dentro-fuera.
Tercera fase: la más difícil
La enfermedad está más avanzada y, sin duda, es la más dura. En esta fase, las personas con Alzheimer empiezan a no reconocer a la gente de su entorno más cercano y les resulta muy complicado hacer actividades de manera autónoma.
La estimulación cognitiva para esta fase del Alzheimer es la menos intensa. La intervención puede centrarse en la estimulación sensorial, ya que esta técnica es la más adecuada para estas situaciones. En GRADIOR Multisensorial disponemos de diferentes salas de estimulación para poder trabajar bajo este enfoque. Aquí te dejamos este enlace para que conozcas GRADIOR Multisensorial: el despertar de los sentidos y las emociones.
Si te ha parecido interesante esta propuesta de ejercicios para el Alzheimer, te dejamos nuestro correo electrónico info@gradior.es, donde podrás consultarnos cualquier duda, sin compromiso.