Hablar con un ser querido sobre su salud cognitiva puede ser un tema delicado, pero es una conversación necesaria cuando notamos señales de deterioro o cambios en su comportamiento. Abordar este tema de forma empática y respetuosa puede marcar la diferencia en cómo reciban la conversación y acepten la ayuda.
Cómo hablar con un ser querido sobre su salud cognitiva: Consejos para una conversación delicada
1. Escoge el momento adecuado
No todas las situaciones son propicias para tener una conversación importante sobre la salud. Busca un momento tranquilo y privado, donde ambos se sientan cómodos para hablar sin interrupciones ni distracciones.
2. Empieza con empatía y escucha activa
Abre la conversación mostrando preocupación genuina y sin juzgar. Es importante que sepan que hablas desde el cariño y el cuidado. Comienza con algo como: «He notado algunos cambios y me preocupa tu bienestar. Quisiera saber cómo te sientes.»
La escucha activa es clave. Deja que se expresen, evitando interrumpir o imponer tu opinión desde el principio.
3. Sé directo pero delicado
Aunque es importante ser honesto, también lo es ser cuidadoso con las palabras. Evita términos que puedan sonar alarmantes o estigmatizantes, como «demencia» o «enfermedad», a menos que ya sean parte del diagnóstico. Habla en términos de bienestar general o de «cambios en la memoria» o «dificultades para concentrarse.»
4. Ofrece apoyo, no solo soluciones
Es natural que quieras ayudar, pero en lugar de ofrecer solo soluciones, muestra disposición a acompañar el proceso. Puedes decir algo como: «¿Qué te parecería si consultamos a un médico para tener una mejor idea de lo que está ocurriendo? Puedo acompañarte si lo prefieres.»
5. Anticípate a la resistencia
Es posible que la persona niegue que haya un problema o que se sienta incómoda con el tema. La resistencia es normal, especialmente cuando se trata de la salud cognitiva. En lugar de presionar, ofrécele tiempo para reflexionar y retomar la conversación en otro momento si es necesario.
6. Informa y educa con suavidad
Si es el momento adecuado, puedes compartir información útil sobre cómo una evaluación cognitiva temprana puede ayudar a abordar posibles problemas antes de que se agraven. Hacerlo desde la educación y no desde el miedo puede hacer la conversación más accesible.
En definitiva, hablar sobre la salud cognitiva puede ser un desafío, pero con empatía, paciencia y el enfoque adecuado, puedes ayudar a que la persona querida se sienta apoyada en todo momento. Es una conversación que puede mejorar significativamente su calidad de vida.