En este post te vamos a contar qué es la atención selectiva, para que sepas cuáles son sus principales características. Pero, antes de comenzar queremos que conozcas de forma más general qué es la atención, una capacidad cognitiva básica e imprescindible para procesar cualquier tipo de información del medio que nos rodea.
Qué es la atención selectiva
La atención selectiva se trata de la capacidad que tenemos las personas de utilizar los distintos recursos atencionales en aquellos momentos en los que existen conflictos entre las distintas señales que recibimos. Es decir, en situaciones complejas, es la habilidad que tenemos para poder inhibir una serie de estímulos mientras procesamos otros. En definitiva, la función principal es la de seleccionar una parte de la información para mejorar su procesamiento. Sin duda, la atención es una capacidad cognitiva imprescindible en nuestro día a día y que puede afectarnos al rendimiento de otras de nuestras capacidades cognitivas. Por eso, la mejor manera de trabajarla y estimularla es a través de la rehabilitación cognitiva, en el enlace anterior os contamos más sobre qué es.
Existen varios tipos de atención selectiva:
- Atención selectiva espacial: es la que nos facilita poder procesar los estímulos que se encuentran en un espacio determinado.
- Atención selectiva en el objeto: nos permite observar y entender de manera adecuada todas las características que tiene un objeto en concreto.
- Atención selectiva temporal: con ella podemos utilizar la información sobre intervalos temporales para optimizar la información relevante que hayamos detectado.
Para trabajar y estimular todos los tipos de atención que existen, te dejamos este post donde podrás encontrar los mejores ejercicios para trabajar la atención con GRADIOR.
Características
Aquí os dejamos algunas de las principales características de la atención selectiva:
- Expectativas del sujeto: en la atención selectiva influye la atención que éste pone en lo que está anticipando.
- Intencionalidad: nos permite enfocar y mantener la atención en los estímulos importantes.
- Activación de los procesos cognitivos de procesamiento de la información.
- Orientación: habilidad para enfocar los recursos cognitivos a los estímulos que percibimos de manera voluntaria.
- Concentración: el número de recursos empleados en una actividad en concreto.
- Focalización: capacidad para poder centrarse en estímulos concretos.
- Flexibilidad: permite poder cambiar los focos atencionales.
- Estabilidad: posibilidad de mantener nuestra atención durante un tiempo determinado sobre un estímulo o actividad concreta.
Ejemplos de atención selectiva
Muchas de las veces empleamos la atención selectiva sin ser del todo conscientes, ya que, sin darnos cuenta prestamos más atención a unos estímulos que a otros. Aquí os mencionamos algunos de los ejemplos en los que la utilizamos en nuestro día a día:
Por ejemplo, cuando tienes un armario con todos tus zapatos y necesitas las botas de agua porque está lloviendo. Para buscar las botas de agua en concreto necesitas utilizar la atención selectiva y así poder encontrarlas entre los demás zapatos.
Otro ejemplo muy común en nuestro día a día es cuando conducimos, ya que solo procesamos la información necesaria y la que nos permite conducir de manera adecuada, inhibiendo aquellos estímulos que nos pueden ocasionar distracciones. O cuando estamos realizando un examen, concentramos toda nuestra atención en él, evitando que otros estímulos nos interrumpan.
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