Hoy te queremos contar en qué consiste el síndrome del impostor y los diferentes perfiles en los que categorizamos a las personas que sufren esta patología.
QUÉ ES EL SÍNDROME DEL IMPOSTOR
El síndrome del impostor o también denominado “síndrome del fraude”, se trata de un trastorno psicológico que afecta a personas exitosas. Por tanto, no se puede asociar a la falta de confianza o una baja autoestima. Sino que son personas incapaces de asimilar su valía personal y logros propios.
De hecho, es una patología asociada en muchas ocasiones al perfeccionismo, sobre todo en mujeres. Esta búsqueda de la perfección constante deriva en un miedo que puede afectar negativamente a tu carrera profesional. Lo que debemos hacer es ser proactivos en lugar de obsesionarse con cometer errores.
¿CÓMO PUEDES SUPERAR ESTE SÍNDROME ?
Un ejercicio que te puede ayudar para superar el síndrome del impostor consiste en identificar y escribir todos esos pensamientos negativos que no te permiten valorarte como debes. Porque normalmente cuando vemos plasmados los pensamientos los percibimos con otro prisma y es más fácil abstraerse de ellos.
TIPOS DE PERFILES ASOCIADOS
Se comienza a tener nociones del término cuando las Dras. Pauline R.Clance y Suzanne A. Imes en 1978 lo definieron como la percepción de una experiencia individual como un fraude. Todo esto tras evaluar una muestra de 150 mujeres con una conducta de infravaloración a pesar de ser reconocidas profesionalmente y con logros académicos, no poseían reconocimiento interno de sus logros.
Las primeras investigaciones apuntaban a que era un trastorno mayoritariamente asociado a las mujeres, por el nivel de presión y competencia al que se ven sometidas. Pero, posteriormente se ha demostrado que no solo afecta al género femenino, sino que el 70% de las personas experimentan este trastorno al menos una vez en su vida sin hacer distinción por géneros.
Más adelante, la Dra. Valerie Young estableció los siguientes perfiles generalizados de aquellos que padecían este tipo de comportamiento:
1.El perfeccionista: son personas que se establecen metas excesivamente altas, y en caso de no alcanzarlas se preocupan excesivamente. Para lograr que se cumplan sus expectativas pueden terminar siendo algo controladores porque sienten que si no lo hacen ellos mismos el objetivo no se va a cumplir.
2. La superwoman o el Superman: estas personas se autoimponen mucha presión en la realización de sus tareas para demostrar que están a la altura. Cuando realmente es una forma de encubrir sus inseguridades. Porque su verdadero temor reside en no obtener una constante validación y no por el trabajo en sí. Las consecuencias de esos comportamientos terminan arrastrando problemas de estrés laboral, deterioro de la salud mental e incluso problemas con las relaciones sociales.
3. El genio natural: son personas que juzgan su éxito en función de sus habilidades y capacidades en vez de los esfuerzos realizados para desempeñar cualquier actividad. Al igual que los perfeccionistas, tienen expectativas muy altas que deben cumplir en el primer intento y, en el caso de no realizarlas rápidamente, se frustran.
Te proponemos que, en vez de sentirte mal, identifiques los comportamientos que no han permitido que se desarrolle como tu querías la actividad, para cambiarlos y mejorarlos en futuras ocasiones.
4. El individualista: es bueno ser independiente, pero no hasta el punto de no saber pedir ayuda cuando se necesita. Estas personas no saben diferenciar cuando la carga de trabajo o de presión que soportan es superior a la que deberían y deciden sobrellevarla sin dar explicaciones a nadie.
Este trastorno irá retrocediendo cuando la persona tome consciencia de la importancia y el valor que aporta el aprendizaje gracias al apoyo de las personas que están capacitadas para ello.
5. El experto: por último, a este subgrupo pertenecen aquellas personas que ocultaron algún tipo de información a la hora de su contratación y tienen miedo a que se vean expuestas sus debilidades. Buscan continuamente el estar informado y al día para evitar enfrentarse a dicha situación y demostrar su capacitación.
Como hemos aprendido en este post, este síndrome es mucho más habitual de lo que pensamos.
¿Te resulta familiar alguno de estos comportamientos Recuerda, que si te equivocas es algo totalmente normal en el proceso de aprendizaje. ¡Aprende a tomarte las cosas con más calma!