En este post te queremos contar todo sobre la memoria procedimental, qué es y cómo funciona, sus tipos y qué ejercicios te ayudarán a mejorarla. Pero antes, queremos dejarte este enlace sobre qué es la memoria y qué tipos existen para que tengas una información más amplia sobre esta capacidad cognitiva.
Qué es y cómo funciona la memoria procedimental
La memoria procedimental es la que nos permite almacenar habilidades, procedimientos y destrezas motoras o cognitivas que nos ayudan a interactuar con el medio ambiente. Es decir, es la que se encarga de recordar cómo se hacen las cosas o cómo se usan los objetos. Para que se adquiera este tipo de memoria es necesario un entrenamiento que permita que la habilidad se vaya automatizando.
Es un tipo de memoria a largo plazo inconsciente que nos permite saber escribir, atarnos los zapatos, montar en bicicleta… Además, se va modulando y modificando durante toda nuestra vida gracias a la experiencia que se gana de la práctica repetida.
El desarrollo de la memoria procedimental se da en mayor medida en la infancia. Es cierto que, en la edad adulta es más difícil adquirir este tipo de habilidades que en la niñez, ya que requiere un esfuerzo mayor.
La pérdida de este tipo de memoria puede dificultar la ejecución de tareas cotidianas como vestirse, lavarse, no encontrar las palabras adecuadas para expresarse o no entender su significado.
Tipos de memoria procedimental
En función de la localización en el cerebro, existen dos tipos de memoria procedimental.
- La primera está enfocada a la adquisición de hábitos y destrezas, es decir, la capacidad de poder desarrollar repertorios conductuales como: escribir, tocar el piano, cocinar… Este tipo de memoria va ligado a una meta y está situada en el sistema estriado del cerebro. Aquí te dejamos un post sobre las partes del cerebro para que puedas situarlas bien.
- La segunda es un sistema más sencillo. Son adaptaciones sensorio motoras específicas, es decir trata de ajustar nuestros reflejos o desarrollar reflejos condicionados. Son ajustes corporales que nos permiten la ejecución de movimientos precisos, además de reflejos condicionados y se localiza en el sistema cerebelar.
Ejemplos
La memoria procedimental, como hemos mencionado antes, se trata de la adquisición de nuevas habilidades de procedimiento que, posteriormente pueden ser recordadas cuando sea necesario. La práctica de dicha habilidad no garantiza por sí misma la adquisición de ésta. Por eso, cuando la habilidad no está adquirida es necesario un esfuerzo cognitivo mayor, una vez que conocemos esta habilidad y la tenemos interiorizada, es la memoria automática la que se encarga de ello, sin la necesidad de un esfuerzo consciente.
Algunos ejemplos de memoria procedimental pueden ser: tocar el piano, patinar, nadar, andar en bicicleta, escalar una pared…
Ejercicios para estimularla
Igual que cualquier otro musculo de nuestro cuerpo, necesita un entrenamiento constante y hábitos de vida saludables. Por eso la estimulación cognitiva tiene un papel muy importante en el entrenamiento de nuestra memoria. Aquí te dejamos un post sobre algunos de los ejercicios que tenemos en GRADIOR para estimular y trabajar la memoria. Es cierto que, podemos ejercitarla en nuestro día a día como, por ejemplo, recordando una receta y la secuencia para poder elaborarla, como también, recordando la letra o melodía de una canción o jugar a algún juego realizando todas las acciones que se necesitan para llevarle a cabo.
Si quieres conocer en profundidad otros tipos de memoria te dejamos estos post sobre qué es la memoria de trabajo y qué es la memoria sensorial. ¡No te los pierdas!