Si te estás preguntando qué es un ictus, pues bien, ¡allá vamos!
El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos encargados de proporcionar la sangre al cerebro. Se produce por una interrupción brusca de la circulación cerebral debido a una lesión de los vasos sanguíneos de esta zona, puede ser por una rotura o porque esté taponado debido a un coágulo u otra partícula. Normalmente ocurre de manera inesperada y la consecuencia es que las células nerviosas del cerebro no reciben oxígeno, por lo que no pueden funcionar y mueren, pudiendo evolucionar en importantes síndromes neurológicos. También se le conoce como accidente cerebrovascular (ACV), embolia o trombosis y es la principal causa de daño cerebral adquirido (DCA).
Principales síntomas de un Ictus
Es cierto que, a veces, resulta difícil reconocer cuáles son los síntomas de un ictus, porque una gran parte de la población los desconoce. Por eso, queremos mencionaros algunos, ya que normalmente las personas que sufren un ictus, han tenido síntomas previos.
- Alteración de la sensibilidad, se puede notar un hormigueo o acorchamiento de la cara, brazo y/o pierna.
- Pérdida de fuerza en la cara, brazo y/o pierna.
- Pérdida repentina de la visión, puede afectar a un ojo o a ambos.
- Sentir dificultad a la hora de hablar, expresarse.
- Dolor de cabeza de alta intensidad, de forma inesperada, sin una causa.
Es importante acudir de forma rápida al hospital, si se notan cualquiera de estos síntomas.
Causas por las que se puede producir un Ictus: factores de riesgo
Los ictus pueden aparecer por un resultado de malos hábitos de vida y circunstancias poco saludables, aunque, es cierto que, también puede aparecer de forma imprevista. Aquí os dejamos algunos de los factores que pueden ocasionarlo:
- Género: suele producirse más en los hombres.
- Edad: a partir de los 60 años el riesgo aumenta.
- Antecedentes familiares: si algún familiar ha desarrollado un ictus, es mejor tener más cuidado y prevención.
- La obesidad y el sedentarismo: son hábitos de vida poco saludables que puede fomentar que aparezca esta patología.
- Consumo de tabaco, alcohol y drogas.
- Hipertensión arterial: debe ser controlada por el médico de forma periódica.
Personas que padecen enfermedades cardiacas: tienden a tener más probabilidad de padecer un ictus.
Tipos de ictus
Existen dos tipos de ictus o infartos cerebrales. Los ictus isquémicos, son los más habituales y se producen cuando se obstruye un vaso sanguíneo debido a un coágulo u otra partícula. Esta obstrucción o trombo puede haberse producido en otra parte el cuerpo, pero haber ido circulando hasta el cerebro y haberse quedado bloqueado ahí. Y los ictus hemorrágicos, estos aparecen por la rotura de un vaso y se los conoce como hemorragias cerebrales, las cuales producen daños por falta de riego sanguíneo.
Cómo prevenir esta enfermedad
La prevención es importante y es lo que todos podemos hacer para intentar minimizar nuestro riesgo de sufrir un ictus en un futuro. Os dejamos nuestros consejos:
- Controlar la presión arterial, los niveles de colesterol y azúcar en sangre.
- Realizar actividad física de forma regular.
- Controlar el peso.
- Llevar una dieta sana.
- No fumar y controlar el consumo de alcohol.
Después de un ictus, es cierto que, hay personas que tienen una recuperación satisfactoria, pero otra parte de la población afectada tiene graves secuelas. Algunas de ellas pueden ser: pérdida de fuerza o de coordinación, propensión a caerse ya que se pierde equilibrio y fuerza, trastornos visuales, puede darse la situación de perder parte de la visión, trastorno de la sensibilidad, como el hormigueo en algunas zonas del cuerpo y trastornos en el lenguaje. Para rehabilitar las funciones cognitivas que se puedan ver afectadas, como en este caso, es importante el papel que juega y los beneficios que tiene la estimulación cognitiva. Desde GRADIOR Estimulación Cognitiva os ayudaremos a trabajar con pacientes que hayan sufrido esta patología. Para que ampliéis vuestra información os dejamos este enlace al post sobre qué es la estimulación cognitiva.