Sobre nosotros

INTRODUCCIÓN

Investigaciones ya clásicas y que marcaron un hito en su momento pusieron de manifiesto hace más de una década la efectividad de los métodos tradicionales para el entrenamiento de funciones cognitivas en personas sanas que envejecen (Ball et al., 2002; Buiza et al., 2008; Craik et al., 2007; Tsai, Yang, Lan y Chen, 2008) y sujetos con deterioro cognitivo leve (Belleville et al., 2006; Greenaway, Hanna, Lepore y Smith, 2008; Hampstead, Sathian, Moore, Nalisnick y Stringer, 2008; Wenisch et al., 2007).

Se ha comprobado que el entrenamiento cognoscitivo durante la vejez genera un mejor rendimiento en la memoria, en la capacidad para planificar las actividades de la vida diaria y en las actividades psicosociales (Winocur, Craik y col., 2007). Posteriormente han sido muchos también los estudios que han evidenciado que tanto los métodos tradicionales como aquellos programas de estimulación cognitiva basados en el uso del ordenador, tienen un efecto positivo en las habilidades cognitivas, en el conocimiento y uso de estrategias de memoria, en la percepción subjetiva de memoria y/o en los estados emocionales de los sujetos con deterioro cognitivo.

Por otra parte, la práctica de ejercicio físico de forma regular se ha asociado específicamente con el incremento del volumen cerebral en regiones relacionadas con las funciones cognitivas que declinan con la edad y con el aumento de la neuroplasticidad cerebral. El incremento de la capacidad aeróbica aumenta el flujo sanguíneo cerebral, mejorando la utilización del oxígeno y la glucosa del cerebro, así como el incremento de la insulina, estimulando la neurogénesis y aumentando las interconexiones sinápticas. Asimismo, la actividad física favorece la regulación de neurotransmisores y la estimulación de liberación de calcio. Todos ellos son necesarios para mantener el funcionamiento neuronal, promover un estado de ánimo positivo y mejorar la función cognitiva.

Además, el ejercicio puede incrementar la capacidad de reserva cognitiva del cerebro, reducir la tasa de envejecimiento y disminuir el riesgo de desarrollo de enfermedades neurológicas, así como cualquier tipo de demencia. La actividad física y la actividad cognitiva son consideradas por tanto factores protectores de las funciones cerebrales superiores de la población mayor, tanto en estados de envejecimiento cerebral normal como en diferentes estadios de deterioro. De hecho, la combinación apropiada de ejercicio físico y entrenamiento cognitivo ha mostrado cambios relevantes a nivel cerebral. La misma conduce a mejoras del rendimiento con mayor estabilidad a lo largo del tiempo que las intervenciones aisladas de ejercicio o de entrenamiento cognitivo.

Los resultados son en general prometedores y apoyarían la hipótesis de existencia de plasticidad cerebral en población mayor. Investigaciones recientes han demostrado que el deterioro cognitivo no es inalterable y que la plasticidad cerebral se encuentra presente en adultos mayores, lo que permite hacer reversibles incluso daños que ya se hubieran manifestado. La actividad física reforsaría la plasticidad neuronal, lo que ayudaría a la compensación de circuitos cerebrales deteriorados, ampliaría la función de otras redes neuronales y aumentaría el funcionamiento neurológico general en las personas mayores. El entrenamiento cognitivo incrementaría el mantenimiento y rehabilitación de funciones cognitivas superiores lo que ayudaría a la recuperación de la autonomía funcional y con ello la participación social de la persona en su entorno.

Por otro lado, la propia evolución de la tecnología ha llevado a abordar los programas de intervención bajo nuevos enfoques tecnológicos. Por ejemplo, el potencial de la realidad virtual y de los entornos virtuales es actualmente objeto de investigación en su aplicación a los procesos cognitivos. A pesar de que todavía no hay evidencias suficientes de los beneficios de este tipo de programas de intervención, algunos estudios de viabilidad ponen de manifiesto una sensación de control y disfrute por parte de los usuarios mientras interactúan con este tipo de entornos.

Los sistemas y aplicaciones de realidad virtual permiten abordar diversos tratamientos para personas con deterioro cognitivo leve o demencia orientados a estimular determinadas funciones cognitivas y a reforzar actividades instrumentales de la vida diaria. Estos sistemas pueden además proporcionar gran cantidad de información muy útil para los profesionales clínicos a través de la monitorización del rendimiento del sistema.

La suite GRADIOR se sustenta sobre una sólida base científica construida durante más de 20 años durante los que se han ido integrando avances de la tecnología, la neuropsicología y la práctica clínica diaria atendiendo a las necesidades y deseos del usuario final. Más de 35 publicaciones nacionales e internacionales avalan la efectividad y la viabilidad clínica de los tratamientos y contenidos de GRADIOR y el valor del sistema en su conjunto en cuanto a I+D+i, que ha sido reconocido por los diferentes ministerios de ciencia, tecnología e industria de las últimas dos décadas. 

GRADIOR: Dimensión cognitiva

GRADIOR: Realidad Virtual

Como se ha mencionado anteriormente, la propia evolución de la tecnología ha llevado a abordar los programas de intervención bajo nuevos enfoques tecnológicos. Por ejemplo, el potencial de la realidad virtual y de los entornos virtuales es actualmente objeto de investigación en su aplicación a los procesos cognitivos. La Suite GRADIOR incorpora estas nuevas tecnologías a través de un sistema de estimulación multisensorial interactivo para rehabilitación neuropsicológica basado en realidad virtual inmersiva.

El objetivo de este tipo de intervención es contribuir al bienestar de la persona disminuyendo la sintomatología negativa tanto psicológica como conductual a través de la interacción de forma espontánea con entornos multisensoriales inmersivos. A través de este programa de intervención el paciente realiza actividades de forma realista, pero en un entorno virtual mucho más flexible, con posibilidades de estimulación ilimitadas y sin los inconvenientes que supondría desarrollar dicho trabajo en la vida real por la inducción de las actividades en un entorno seguro y sin impacto respecto a cualquier que sea su desempeño.

Bajo este enfoque, se trabaja dimensión sensorial y psico-afectiva de las personas, contribuyendo a reducir las alteraciones conductuales, fomentar la relajación, reducir la frustración y contribuir a mejorar su calidad de vida. Esta solución fue pilotada por parte de Fundación INTRAS en un estudio exploratorio en el que participaron 20 sujetos con deterioro cognitivo leve o deterioro cognitivo debido a enfermedad neurodegenerativa durante seis meses, con un total de 48 sesiones de tratamiento por cada participante del grupo de tratamiento.

El estudio evidenció un alto grado de aceptación por parte de los usuarios finales, considerando la solución por parte de los profesionales como una herramienta que facilita la intervención en situaciones de personas con sintomatología depresiva y que permite trabajar alteraciones conductuales y estados de ansiedad de una forma más interactiva y amena con la persona.

Otro estudio en colaboración con el Hospital de los Montalvos (Salamanca) y el Hospital de la Santa Creu de Jesús (Tortosa), concretamente en sus Unidades de Cuidados Paliativos, incorporó esta solución como parte del programa de apoyo psicosocial en pacientes en cuidados paliativos. El estudio, en el que participaron 20 pacientes y que se extendió durante cuatro meses, evidenció resultados positivos favoreciendo el bienestar y la distracción a las personas que se encuentran en una situación muy delicada de sus vidas, contribuyendo a reducir su ansiedad y mejorar su estado de ánimo, entre otros aspectos. Esta evolución de GRADIOR hacia tecnologías de Realidad Virtual ha sido reconocida por la Fundación La Caixa con uno de los Premios de Innovación Social en su convocatoria 2018.

Además de hacer uso de la Realidad Virtual para trabajar la dimensión sensorial y psico-afectiva, la Suite GRADIOR ha incorporado esta tecnología para trabajar la dimensión cognitiva, a través de entornos asistenciales extendidos que favorecen la práctica de actividades terapéuticas más realistas y ecológicas y, por tanto, más conectadas con la realidad cotidiana de la persona y las actividades básicas de la vida diaria.

Concretamente, nuestra experiencia se ha centrado hasta el momento en una función cognitiva concreta: la memoria, siendo posible trabajar a través de diferentes escenarios inmersivos la memoria espacial, la implícita y la explícita, la memoria operativa y a corto plazo y la memoria visual.

Esta iniciativa fue reconocida con el Premio Life Habitat 2020 en la categoría de innovaciones tecnológicas como una solución capaz de complementar y/o potenciar los propios espacios físicos de las unidades clínicas y centros de intervención a través espacios extendidos que ofrecen experiencias realistas, inmersivas y atractivas contribuyendo al bienestar y la vida cognitivamente activa de personas con deterioro cognitivo.

GRADIOR: Capacidad de integración

Otro aspecto a destacar, es la capacidad de integración de los componentes de la Suite GRADIOR con otros sistemas, como los que favorecen el entrenamiento físico. GRADIOR Estimulación Cognitiva, fue concebido como un sistema horizontal integrador de otros posibles módulos con los que se pudiera trabajar bajo un enfoque multiterapia, que es lo que ha dado lugar a la Suite GRADIOR.

Como ya se ha mencionado anteriormente, el ejercicio físico y el entrenamiento cognitivo son dos de las principales soluciones psicosociales que han demostrado un potencial impacto en la mejora de la cognición en personas mayores con y sin deterioro cognitivo. En este sentido, la primera integración que se llevó a cabo con GRADIOR Estimulación Cognitiva fue a través del proyecto LLM-Long Lasting Memories ya descrito, con el que se evidenció que la combinación de terapias físicas y cognitivas se constituían como una solución prometedora para el deterioro cognitivo relacionado con la edad y la mejora de funciones cognitivas en el deterioro cognitivo leve.

Los resultados mostraron una mejora después del entrenamiento en la función cognitiva global, en la memoria verbal, en la velocidad de procesamiento, en la memoria episódica y síntomas depresivos. La propia evolución de la tecnología hizo también evolucionar este sistema hacia otro prototipo, con un componente de entrenamiento físico basado en Microsoft Kinect 2.0 para la monitorización de movimientos del cuerpo humano.

Este prototipo desarrollado por Fundación INTRAS en colaboración con la Universidad de Valladolid fue pilotado con un grupo de 20 personas que presentaban un deterioro cognitivo degenerativo leve o moderado y acudían a clínica de memoria dos o tres días por semana. El estudio llevado a cabo incluía también un análisis en términos de usabilidad.

Por otro lado, con el objetivo de ampliar el campo de aplicación de GRADIOR, se realizó la integración de e2REBOT (plataforma robotizada para rehabilitación de miembros superiores en personas con discapacidad) y una adaptación de GRADIOR Estimulación Cognitiva para el desarrollo de terapias de neurorehabilitación motora aplicado a daño cerebral adquirido. Esta integración permite a las personas desarrollar una tarea significativa de neurorehabilitación motora a través de escenarios virtuales, y al mismo tiempo, la rehabilitación de sus funciones superiores cognitivas, dañadas por una lesión o susceptibles de ser entrenadas.